Resumen Modulo 1 y 2 pdf PDF

Title Resumen Modulo 1 y 2 pdf
Author Lorena Tata
Course Eventos, Ceremonial y Protocolo
Institution Universidad Siglo 21
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Modulo 1 L2 Sociedades primitivas Rituales Orígenes e historia del ceremonial Surgimiento y evolución del Ceremonial: las sociedades primitivas, chamanes, ritos, fratrías, clanes, reyes sacerdotes, reyes - dioses. Los primeros vestigios de rituales se remontan al hombre de Neandertal que surgió hacia el año 200.000 a.C. y sobrevivió hasta el 40.000 a.C., y se vinculan con la muerte. Una ofrenda sacrificial, este primer ritual mortuorio nos habla ya de un pensamiento ritual, vinculado con la muerte, hay otras tumbas de similar período donde se han encontrado flores encima de los huesos, cavernas con cráneos de osos rodeados por anillos de piedras, donde descansan también huesos de hombres. Se trata de pueblos cazadores, obviamente que rinden culto al difunto y a la presa. Y es en ese momento cuando el hombre se da cuenta de su soledad metafísica que comienza a pensar que todo lo que le pasa, le sucede por una determinada causa. Ese algo en un principio era una sustancia inmanente que todo lo impregnaba y hacía que las cosas sucedan, se la llamaba “mana”. En los principios quienes contaban oralmente las tradiciones y cuestiones vinculadas con el mana eran los sujetos más ancianos de los primitivos grupos, luego surgió un autoiniciado, enajenado mental, “tocado por los dioses” y por lo tanto el decodificador de la voluntad divina: El chamán. En los orígenes el chamán no sólo interpretaba la voluntad divina, sino que también comenzó a hacerse cargo de las funciones médicas, para curar al enfermo, ya que se atribuían las enfermedades a cuestiones espirituales. El chamán fue avanzando y un humilde “brujo” pasó a ser el ritualista para propiciar la caza, expulsar los malos espíritus (curar a los enfermos) y aconsejar al incipiente jefe del grupo, ya que se requería su consejo en cuestiones vitales para el grupo. Conforme avanzaba la humanidad en sus primeros pasos el chamán, pasó por distintos períodos de evolución hasta llegar a convertirse en el sacerdote, que aconseja, consagra a los jefes y luego los reyes. El chamán celebraba rituales para propiciar la caza. Su rol era vital en el grupo ya que les daba la seguridad espiritual necesaria que les daba la fuerza y razón para actuar o sentirse contenidos. Asimismo, curaba por la medicina natural y la fe. El padre, jefe del grupo de cazadores, el más hábil, el más fuerte, era el que dirigía la caza y repartía lo obtenido, ya ejercía una forma de autoridad. La fuerza y la habilidad para obtener alimentos y defender a su familia era el principio de autoridad y luego esa autoridad tuvo el soporte del consejo del chamán y la bendición del mana y más tarde de los dioses. El acto de comer era el momento en que el jefe comía y compartía con su familia los alimentos repartiendo las partes de la caza entre los miembros de su grupo, sus mujeres, sus hijos y otros miembros tenían su turno por una jerarquía interna del grupo para comer. Entonces, tenemos ya en estos primitivos grupos, un principio de jerarquías que se hacían visibles en el ritual social de comer, de compartir elementos, incorporar vida. De los primitivos grupos familiares se evolucionó a la tribu, las subdivisiones de las tribus se llamaban fratrías. Los grupos que provenían de una sola familia se llamaban clanes. La tribu realizaba a menudo distintos tipos de rituales, donde cada uno desempeñaba un rol. Servían para cohesionar al grupo y en estos rituales se mostraba viva la composición del grupo. Había rituales sagrados con la finalidad de pedir protección o congraciarse con la divinidad y rituales profanos, festivos, por ejemplo, para celebrar el cambio de estación. De jefe elegido se evolucionó a jefe elegido rey en las ciudades estado, claro que al principio sólo era una elección y no un cargo hereditario.

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L3 Sumer, Egipto, Roma, China: filosofía y ceremonial En Sumer, los reyes eran elegidos por un consejo de hombres, integrados por ciudadanos, el cargo de rey no era hereditari, entendía en asuntos de guerra, justicia, administración de la ciudad-era como un intendente- y en algunas cuestiones religiosas junto a los sacerdotes de la divinidad tutelar de la ciudad. Sumer surge hacia el 2254-2218 a.C. A fuerza de ritual esta construcción ideológica caló en los pueblos orientales, prestigiando la figura del monarca. El sociólogo alemán Max Weber sostiene que una de las maneras de legitimar el poder es divinizándolo a fuerza de ritos. Los dioses sumerios y posteriormente los babilonios, eran los que habían originado la raza sagrada que gobernaba a los hombres, los reyes sus descendientes ejercían un poder real derivado de lo divino. Egipto El régimen de Egipto era teocrático; el soberano político era también un Dios. Obviamente, el rey no podía estar presente en todas las ceremonias que se celebraran en los numerosos templos de Egipto; era preciso que delegase en unos representantes que pudiesen asumir las funciones de aquél en el lugar, tanto más numerosos por cuanto las celebraciones se hicieron cada vez más frecuentes. Ése fue el origen de la clase sacerdotal. El faraón, como cabeza del estado cumplía durante todo el día diversos rituales, su vida estaba reglamentada desde el momento en que nacía hasta sus honras fúnebres. En el antiguo Egipto era lógica la vinculación dentro del ritual religioso estuviese tan entrelazada, “puesto que también lo estaba el Estado y la Iglesia, dado que el faraón poseía la doble calidad de dios y soberano”. Akhenatón se enfrentó al poderoso clero de Amón, haciendo un gran cambio. Declaró a Atón único Dios, trasladó su capital desde Tebas a Tell-el – Amarna y fundó una ciudad en honor a su Dios donde residió hasta su muerte. Este faraón llamado “hereje” declaró que sólo existía un dios Atón. Fue un precursor del monoteísmo o reveló para toda la religión secreta que profesaban sólo los reyes y un selecto círculo a diferencia de la religión politeísta del pueblo. Al morir Akhenatón se mudó la capital nuevamente a Tebas y se volvió al culto de Amón. Tell-el- Amarna fue abandonada y cubierta por las arenas fue descubierta muchos siglos después. Los rituales del Juicio de la muerte Los egipcios, también la muerte estaba ritualizada “Juicio de los muertos” en el más allá. Según el papiro del “libro de los muertos” se juzgaba al alma del difunto para ver si era digna de ser salvada o condenada. “La majestad del faraón, supremo sacerdote, hombre y dios, centro de la vida del Alto y Bajo Egipto, estaba afianzada por las normas del ceremonial que lo rodeaba y volvía casi inaccesible, intocable, como una divinidad que viviese entre los mortales”. Grecia y Roma Los griegos, pese a sus disputas y desentendimientos, otorgaban un altísimo valor a las creencias y costumbres que compartían, entre ellas, sus rituales, por considerarlos un vínculo de fraternidad. En Grecia antigua hay una efectiva separación entre el ritual que se reserva para cuestiones religiosas y el sobrio ceremonial que se aplica en el ámbito oficial. No obstante, se consulta a la pitonisa en el templo del dios Apolo en Delfos, sobre asuntos políticos o situaciones de guerra. En Roma, el formalismo y las ceremonias, tanto en lo público, como en lo religioso y jurídico eran tenidos en cuenta por esenciales, a tal punto que, si un contrato no se ajustaba a las solemnidades prescriptas, era tenido por nulo. Los augures eran los responsables de “leer” los vaticinios según el vuelo de las aves, esos vaticinios eran llamados augurios. Si eran favorables eran fastos, si eran negativos eran nefastos. Los romanos fueron un pueblo muy supersticioso. Los arúspices en Roma sacrificaban animales y “leían” en sus entrañas los vaticinios sobre una cuestión en particular. En Roma el ceremonial fue evolucionando junto a la institución de gobierno desde los reyes, a la república y el imperio. China: Filosofía y Ceremonial En la antigua China el ceremonial alcanzó una dimensión filosófica, otorgándosele el sentido de un principio ordenador de la sociedad, de la civilización. 2

Los chinos, en época del imperio, contaban con un Tribunal de Ritos, compuesto por mandarines y letrados, cuya responsabilidad consistía en organizar las diversas ceremonias públicas, cortesanas y religiosas, velando que no fueran alteradas. Apartarse de los ritos y liberar las pasiones, era a entender de los chinos imitar la conducta de los bárbaros. El orden universal exigía el cumplimiento de todas las prescripciones del ceremonial y permitía a los hombres integrarse en el sistema rítmico del universo. Preservar el equilibrio entre el respeto por sí mismo y los demás, es la base de las normas de la etiqueta, si es observada correctamente, no habrá querellas y reinará la armonía. Naturalmente, tanto en lo religioso como en lo profano, de la perfección de la ceremonia depende la eficacia del efecto buscado. En consecuencia, tanto el pontífice o sacerdote como el maestro de ceremonias siempre han gozado de un lugar destacado en todas las sociedades, debido a que ellos son los guardianes de los ritos y de las formalidades solemnes, de la liturgia y de lo sagrado, de las tradiciones y de lo que alguien ha llamado acertadamente “la expresión plástica del poder”. Más modernamente, el ceremonial, ha adquirido nuevamente relevancia, pues por más carácter democrático que le demos a una celebración o a un acto, de no respetar ciertas reglas u ordenamientos, rápidamente caeremos en el caos. Algunos autores hablan de “reconocer” las jerarquías, pero en realidad las jerarquías ya están establecidas sin intervención del ceremonialista, por lo que su difícil tarea consistirá en ubicarlas en el lugar que le corresponda por su rango oficial o social. Si el ceremonial es una disciplina, sus normas deben ser internalizadas, deben constituirse en una especie de sistema de vida, hasta, si se quiere, una ética que modele nuestro comportamiento. La regla áurea: “No hagas al prójimo lo que no desearías te hicieran a ti”. Veremos que la etiqueta y el comportamiento social en general nos ayudarán en nuestra vida de relación de mantener mejores vínculos con nuestros congéneres, facilitando el trato tanto con nuestros pares, como con los superiores y los subordinados. Una persona cultivada, afable, que es consciente del respeto que debe a los demás y el que se debe a ella, pero que no cae en la cursilería afectada o en empaques acartonados, siempre será apreciada y tenida por alguien de bien. L4 Ceremonial, Protocolo y Etiqueta CEREMONIAL: es lo perteneciente o relativo al uso y práctica de las ceremonias y, por lo tanto, consiste en aquellas formalidades aplicadas en ocasión de un acto solemne, ya sea éste de naturaleza religiosa, pública (u oficial) o - modernamente – privada. Las palabras “ceremonial” y “ceremonia” derivan del latín “caeremonia”, es decir, aquellos actos reglamentados por la ley, la tradición, el uso o las costumbres en el culto religioso o para reverenciar mediante honores en las cuestiones profanas. Por lo tanto, tiene estrecha relación con lo ritual. PROTOCOLO: proviene del griego y era, originariamente, el nombre que se le daba a la primera hoja encolada en ciertos documentos de carácter formal. Protocolo como el conjunto de reglas atinentes al ceremonial Diplomático o Palatino establecido por la ley o por la costumbre. ETIQUETA: Su etimología proviene del francés “étiquette”, es el “conjunto de los estilos, usos y costumbres que se deben observar en las casas reales y en los actos públicos y solemnes”. Por ello, también se aplica al trato entre personas y a la manera de vestirse en ocasiones formales, en contraposición con el comportamiento que mantenemos cuando existe confianza o familiaridad. Podemos establecer ciertas diferencias de naturaleza histórica, normativa y social entre estos términos, reservando la palabra “ceremonial” para referirnos a las prácticas usuales en todo acto solemne o formal, ya sea de público ó privado, mientras que el “protocolo” es propio de los actos y gestiones referentes a la actividad oficial, particularmente la diplomática. La “etiqueta” tiene, en cambio, connotaciones más bien relacionadas con la conducta social, la urbanidad y la indumentaria, especialmente cuando nos estemos desenvolviendo en ocasiones formales.

El ceremonial en la actualidad 3

El aumento de la actividad gubernamental, la proliferación de instituciones públicas y privadas de todo tipo, la multiplicación de organizaciones internacionales y la enorme importancia que han adquirido las empresas, han contribuido a que surja un gran interés por todo lo relacionado con el ceremonial. Una persona dinámica y emprendedora, con un buen sentido de la organización y, mejor aún, dotada de buen gusto, tacto e infinita paciencia, será muy bienvenida en cualquier empresa que requiera un especialista en ceremonial. Es precisamente una de las actividades en las que resulta fundamental la intervención de un especialista, pues una autoridad ofendida o un cliente mal atendido pueden causar daños irreparables, es una eficaz herramienta de gestión comunicacional, cada acto, recepción o ceremonia son puestas en escena del poder, por ello cada puesta debe ser cuidadosamente planificada para que sea exitosa. Cada presentación pública, cada puesta en escena es obra de un conjunto de profesionales de ceremonial, prensa, seguridad, sanidad, técnicos de sonido, iluminación, ambientación y especialistas en catering, que investigan, planifican, ejecutan y avalúan para ofrecerle al funcionario una herramienta de comunicación válida (el acto o ceremonia), que vehiculice el mensaje o los mensajes, para que éste mensaje sea percibido correctamente por los públicos objetivos o públicos meta. El impacto visual y no verbal, prima sobre el discurso hablado o influye en la percepción por parte de los públicos sobre su contenido. La gesticulación, el tono, timbre, ritmo de la voz, la indumentaria, los accesorios, el maquillaje en el caso de las mujeres, complementan y refuerzan el discurso verbalizado si son coherentes con él. En caso contrario influyen negativamente en el mensaje hablado. Si hay una discordancia entre lo verbal y lo no verbal, siempre primará lo no verbal. El sociólogo alemán Max Weber4 al escribir sobre la autoridad destaca la importancia del ritual, sosteniendo que “siempre se tiende a establecer una rutina y a santificar el poder y convertirlo en la autoridad a fuerza de ritual y ceremonia”. La coronación y su moderna adaptación la transmisión del mando presidencial son rituales devenidos en ceremonias que instalan públicamente a un jefe de estado y lo dotan del aura del poder, lo consagran, es decir hacen a su persona sagrada. También hay que considerar que en estos actos políticos masivos están destinados a crear un sentimiento de pertenencia en los asistentes. Al Congreso de la Nación se lo llama “Templo de la Democracia” a los discursos de presidentes con asistencia masiva “misas laicas”, del análisis del uso de estas expresiones podemos inferir que aún hoy en día, en un siglo cada vez más alejado de las cuestiones religiosas, por lo menos en occidente, se apela al sentido religioso residual que está presente en la mente de la población, para legitimar a sus gobernantes. El inmenso poder comunicacional legitimador del ritual y la ceremonia son herramientas decisivas a la hora de transmitir un mensaje o consigna, de ahí la importancia de conocer los códigos escritos o establecidos por el uso o costumbre (protocolo) y herramientas para planificar, organizar, ejecutar y evaluar dichos actos. También hay que señalar aquí la utilidad del ceremonial como elemento ordenador que previene o soluciona conflictos organizativos en materia de cómo ubicar a personalidades en un acto. El ceremonial no complica, simplifica, crea un ambiente y crea un ambiente propicio de buena voluntad, respeto y comprensión‟ solía decir el decano de los ceremonialistas argentinos el extinto embajador Jorge G. Blanco Villalta.

Modulo 2 L1 Orden de precedencia y la cortesía El término “Precedencia” significa preeminencia o antelación en un orden dado, aunque también se lo puede relacionar con el concepto de “presidir”, es decir de predominar, de ocupar el primer puesto de personas o en un cuerpo colegiado. Precedencia es reconocer la jerarquía de una persona o símbolo y en consecuencia darle al ubicación adecuada. En base al orden de precedencia se establece que el lugar de honor es el de la derecha del dueño de casa, o del punto central de referencia de un lugar. Bárbara Délano Alfonso5, define como precedencia “…a la ubicación que le corresponde a una autoridad de acuerdo a su categoría.” La proxémica como denominó el cientista social Edward T. Hall al estudio de la conducta espacial y territorial que desarrolla el ser humano en su interacción con otras personas. Al aplicarse el concepto de proxémica como ciencia declina en proxemia. El ceremonial tiene como columna vertebral la precedencia desde el punto de vista legal, normativo u establecido por uso o costumbre y desde el punto de vista neurobío-sociológico se interpreta por la proxemia. El título de dueño de casa es aplicable a un Jefe de Estado en su país, a un Decano en su Universidad, a un Embajador en el edificio de su Embajada, al Presidente de una empresa dentro de ella, a un hombre (ó mujer) en su casa. Su ubicación es la más importante, es la central (o posición cero) a partir de la cual se determinarán 4

todas las demás. A su derecha (el sitio de honor) será la posición 1. A su izquierda la posición 2. Una excepción se da en la mayoría de los países musulmanes, donde el lugar de honor es a la izquierda del dueño de casa, el lugar más próximo a su corazón. La Precedencia entre Estados Durante mucho tiempo se consideró como un antecedente del reconocimiento papal a la precedencia entre reyes cristianos, a un ordenamiento elaborado en 1504, cuyo autor fue uno de los Maestros de Ceremonias de la Capilla Pontificia, llamado Paris de Grassis (Paride de Grassi). Posteriormente se demostró que se trataba meramente de un orden de precedencias “ad hoc”, aplicado en ocasión de una “Embajada de Obediencia” de Inglaterra, efectuada ante Julio II, el entonces Papa, quien no llegó a promulgarlo oficialmente. Esta lista, pese a que nunca llegó a ser oficial, fue la base de la mayoría de las precedencias elaboradas posteriormente, aunque por supuesto, sufría modificaciones cuando algún monarca se consideraba incorrectamente ubicado. El más empecinado opositor al concepto de las prelaciones en uso entre los diversos monarcas fue el rey Gustavo Adolfo de Suecia (1611-1632), quien era protestante y sostenía el principio de la igualdad de todos los soberanos, y su sucesora Cristina, (hija del rey Gustavo Adolfo de Suecia), mantuvo también esta posición. (1632-1654). Inglaterra continuó con este criterio en la época de la Cuádruple Alianza (1718). Esta postura tuvo su primer reconocimiento formal al finalizar la Guerra de los Treinta Años. El principio fundamental allí consagrado fue el de la “igualdad de las monarquías”, precursor del actual “Principio de igualdad jurídica de los Estados”. Esta cuestión era de suma importancia para los soberanos protestantes, que, evidentemente, objetaban la preeminencia del Papa, tanto en lo espiritual como en el orden territorial. En diversas ocasiones, conflictos por prelaciones o preeminencias generaron episodios de violencia y, en algunos casos se estuvo al borde de la guerra, por lo que se fueron elaborando numerosos fórmulas de compromiso, entre las que se pueden destacar los siguientes hitos: • Congreso de Utrecht (1713): entre Francia; España, Inglaterra y los Países Bajos, para regular la cuestión de la sucesión a la corona de España, se recurrió a la utilización de una mesa redonda para evitar el problema de la ubicación de las cabeceras. • Fórmula del Marqués de Pombal (1760) concibió la idea de ordenar las precedencias de los embajadores (salvo el Nuncio Apostólico y el enviado del Emperador), conforme a la fecha de su acreditación. Pese a que la pretensión fue rechazada en términos fuertes por las principales potencias, sería este el principio que, con leves modificaciones, posteriormente se adoptaría como norma usual en el caso de los agentes diplomáticos. • Reglamento de Viena de 1815: tras la derrota de Napoleón I. Este acuerdo establece por primera vez las distintas categorías de agentes diplomáticos y ...


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