Tema 8 - Desarrollo psicosocial en la adultez y vejez PDF

Title Tema 8 - Desarrollo psicosocial en la adultez y vejez
Author Sonia Reyes Gutiérrez
Course Psicología Evolutiva II
Institution Universidad de La Laguna
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Apuntes de EVOII...


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Tema 8 – Desarrollo Psicosocial en la Adultez y Vejez 1

EL CONCEPTO DE MADUREZ PERSON PERSONAL AL

La definición de madurez personal es tan compleja como sucede con el término de inteligencia. En el contexto de la Psicología Evolutiva más simplista, nos plantea una pregunta esencial: ¿maduramos con el paso de los años? Muchas investigaciones han encontrado resultados contradictorios. Según la revisión de Belsky, si por madurez entendemos una visión más realista, unas metas más generativas y unas prioridades más centradas en lo que es significativo para uno, parece que sí; en cambio, si madurez implica aumento de la confianza y apertura emocional con la edad, entonces no. Lo que sí parece menso contradictorio es que las estrategias para desenvolvernos en el mundo, más maduras o no, cambian con la edad: la juventud se caracteriza por intentar modificar el estrés o las dificultades centrándose en la misma situación conflictiva, mientras que los mayores se centrarían más en cambiar sus emociones, para así, adaptarse a ellas. Una línea de investigación española se ha centrado en averiguar qué entendemos por madurez psicológica. Se trata de saber, mediante la metodología de las teorías implícitas, cuáles son las creencias acerca de la madurez personal y los rasgos prototípicos de la persona madura. Cinco han sido las teorías principales encontradas que la definen: la teoría humanista-constructivista, que implica el ejercitarse en encontrar un sentido y significado a lo que se vive, de forma que la propia vida va construyéndose con conciencia y provecho; la teoría de la resistencia que, derivada de algunas creencias religiosas, ve en el sufrimiento y el sacrificio la fuente de madurez y perfección personal; la teoría de Peter Pan, que postula el ensalzamiento del anticonvencionalismo y un tipo de fidelidad a uno mismo, rechazando la normalidad adulta como ideal de madurez; la teoría relativista-escéptica, que prioriza la subjetividad y el escepticismo sobre el mismo concepto de madurez; y por último, la teoría evolutiva normativa, mantiene que la propia sociedad es la que dicta cómo debemos ir cambiando para ser personas adultas y responsables. La madurez sería lograr el estatus convencional que vemos en la mayoría de las personas que componen nuestro entorno social.

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EL BIENESTAR PSI PSICOLÓGICO COLÓGICO Y LA PPE E RSONALIDAD

En cuanto a los criterios de adaptación y ajuste personal, los diferentes modelos de personalidad pretenden predecir la adaptación y el ajuste personal de las personas midiendo el grado de bienestar y satisfacción que experimentan en su vida diaria. Es difícil delimitar lo que se entiende por el ajuste, la adaptación y la satisfacción personal. Estos conceptos se han evaluado en función de variables dependientes tales como la satisfacción vital, la felicidad, el bienestar, la estabilidad, la capacidad de afrontamiento y de adaptación, y la satisfacción matrimonial. Las investigaciones sobre el envejecimiento satisfactorio tienen como meta última mejorar la calidad de vida de las personas mayores. Un buen conocimiento de los predictores del envejecimiento satisfactorio permitirá el desarrollo de políticas que promuevan su bienestar. Se suelen utilizar como indicadores subjetivos medidas de autoestima y de control percibido. Son medidas de la percepción subjetiva que el sujeto tiene de su yo. Sin embargo, una persona puede manifestarse satisfecha hasta con unas condiciones negativas; por ello, es necesario contar también con medidas objetivas del envejecimiento satisfactorio. Entre los indicadores objetivos se encuentra, en primer lugar, la expectativa individual de vida, aunque no por vivir más años se vive mejor o se es más feliz. Otros indicadores objetivos se encuentran asociados a la calidad de vida. Algunos de estos, como la salud, el nivel de ingresos y la actividad social, son difíciles de manipular.

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LA SOCIALIZACIÓN

El desarrollo social humano no acaba en la infancia o en la adolescencia; por el contrario, continua en la edad adulta y en la vejez, siempre como una respuesta a las demandas del entorno inmediato. Según Vega, la socialización se refiere al proceso por el cual el niño se transforma en un miembro de una sociedad particular y aprende los roles apropiados a su género y clase social. Esto sucedería durante todo el ciclo vital y según las normas sociales de cada momento histórico. Desde la antropología cultural, la socialización sería el proceso por el cual los padres, tutores o mentores transmiten determinados valores, sean compartidos o no por los demás grupos sociales, a las generaciones jóvenes con el fin, explícito o no, de reproducir esos valores. Para la sociología, la socialización sería la manera que tiene una sociedad particular de perpetuarse o de tener continuidad en el tiempo. Para la psicología, la socialización implicaría un proceso de aprendizaje, en el cual un sujeto adquiere ciertos roles propios de su grupo social de referencia, en cada momento de su vida.

Según Bandura, los sociólogos y psicólogos ven la socialización como un proceso de instrucción y preparación que convierte al individuo en un ser activo para la sociedad. Según Vega y Bueno, al analizar el contexto de la socialización podemos distinguir varios elementos como son: agentes, agencias, procesos, productos y contextos concretos. Los agentes son aquellas personas que pueden ejercer influencia social. Durante la edad adulta y la vejez esa influencia es recíproca, como personas inmersas en una red de relaciones sociales dependientes que son influenciadas y que influyen en las generaciones jóvenes. Las agencias de socialización más importantes son la familia y la empresa. Otras agencias son clubes u organizaciones en las que se milita, que también contribuyen a la socialización. Los procesos que conllevan a la socialización son los mismos procesos psicológicos que se dan en la infancia y en la adolescencia. El producto de la socialización es la conducta social pertinente tanto para cada individuo como para la comunidad en la que vive. Por último, el contexto concreto de cada socialización potencia todos aquellos aspectos de la conducta socializada, reforzando los productos específicos de socialización. Los cinco elementos anteriores cambian durante todo el ciclo vital. Así, el papel de agentes como los padres y los hermanos es desigual si lo comparamos durante la infancia, la adultez o vejez. Lo mismo pasa con agencias como la escuela, la iglesia, los centros de reunión y ocio y el propio trabajo. Para la autora María José Rodrigo López, la socialización supone un proceso continuo a lo largo de todo el ciclo vital que puede ser descrito como una sucesión de roles.

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ESTRUCTURA Y EVOLUCIÓN DE LOS ROLES FAMILIARES

La familia es el lugar donde se construye la identidad individual y social de las personas. La familia, al estar en el centro vital de la sociedad, se ha visto afectada, como institución, por todos los cambios económicos y políticos de estos años y ha ido transformándose. Palacios y Rodrigo la definen como “la unión de personas que comparten un proyecto vital de existencia común que se quiere duradero, en el que se generan fuertes sentimientos de pertenencia a dicho grupo, existe un compromiso personal entre sus miembros y se establecen intensas relaciones de intimidad, reciprocidad y dependencia”. Podemos definir la familia como un grupo dinámico que se ve afectado por numerosos cambios. En la familia de la sociedad actual se han observado cambios, tanto en su estructura, ciclo y evolución como en los roles tradicionales, la aparición de otros nuevos y las relaciones intergeneracionales. Las etapas que se establecen en un ciclo de vida familiar son convencionales y no suele existir acuerdo sobre ellas. Refiriéndonos al caso concreto de la evolución en la familia española, según el informe de CIS de 1990, entre 19701980 se ha producido un proceso de especialización de la familia cuya función tiende a reducirse a la crianza y a la socialización de los hijos menores. Una vez satisfecho este cometido, la familia pierde gran parte de su sentido y sus miembros han de tratar de forjar otros proyectos que llenen sus vidas. Si atendemos a la estructura de los hogares españoles e la década de los 70, se aprecia un aumento en: los hogares unipersonales, los hogares sin núcleo (formado por personas emparentadas o no, sin la presencia de un núcleo familiar) y los hogares que cuentan con un núcleo sin otras personas o uninucleares (hogares formados por un solo núcleo familiar sin el concurso de otras personas). Hay otras estructuras familiares que están disminuyendo: los hogares de un núcleo con otras personas (hogares formados por un núcleo familiar con la presencia de otras personas, emparentadas o no; también llamados hogares extendidos o ampliados), los que cuentan con dos o más núcleos familiares (familias troncales u hogares múltiples). En cuanto a las nuevas estructuras familiares, podemos distinguir varias características presentes en las últimas décadas, entre ellas, el hecho de que una pareja no formalice legalmente su relación mediante un vínculo civil o religioso. A este hecho, tanto en parejas heterosexuales como en parejas homosexuales, se le denomina unión de hecho. Otra característica familiar actual responde al término de condensación intergeneracional que implica que la distancia entre generaciones de linaje familiar no supere los 15 o 20 años debido, en su mayor parte, a embarazos durante la adolescencia. También se menciona el hecho de las parejas que retrasan el nacimiento hasta mediados o finales de los treinta años. Por otro lado, tenemos las familias sin hijos, que tienden a fortalecer los lazos con los hermanos y otros familiares y parientes. Otra característica familiar actual es el de los hogares uniparentales, sean estos patrilineales o matrilineales; en muchos casos, los abuelos pasan a desempeñar el papel del miembro parental inexistente. También tenemos la situación del divorcio de los hijos, que va a condicionar sus relaciones con los padres. En nuestra sociedad actual han estado apareciendo nuevas formas de familia, entre ellas, la familia comuna, donde se comparte la crianza de los hijos y las relaciones entre los miembros son menos cerradas que en otro tipo de familias. También las parejas del mismo sexo que, en contra de los prejuicios negativos sobre los efectos en sus hijos señalados hasta hace bien poco, distintas investigaciones con metodología rigurosa parecen demostrar lo contrario.

Con todos estos datos, una propuesta que defina la familia actual sería la de una entidad social que está formada por dos o más personas unidas por el afecto, el matrimonio o la filiación, que viven juntas, ponen sus recursos económicos en común y consumen conjuntamente una serie de bienes en su vida cotidiana.

4.1

LA SOLTERÍA Entendemos por soltería aquel estado civil donde la persona no forma ningún tipo de familia reconocida jurídicamente, en parte o durante todo su ciclo vital. Esta situación personal ha sido valorada de forma opuesta por la sociedad. En un estudio se comprobó que mientras que, en 1975, el 80% de los americanos consideraban a las mujeres solteras como enfermas, neuróticas e inmorales, en 1980, el 75% las veía como personas sanas que habían decidido seguir un camino distinto en la vida. Los factores que hacen que cada día más personas elijan la soltería como estilo de vida permanente son, entre otros, la existencia de una actitud crítica hacia la institución familiar, además de la existencia creciente de un espacio social propio para las personas solteras, como cursos, bares, clubes, viajes o grupos de encuentro presencial o a través de internet. Según el censo español del 2001, el número de personas que permanecen solteras después de los 45 años oscila entre el 12’9% en varones y 10’1% en mujeres. Según el estudio Parship, en 2005 hay en España entre los 25 y los 64 años 7.390.015 solter@s, frente a los 4.472.848 que había en 2001. De ellas, un 49% vive en casa de sus padres, un 25% viven solas, un 16% con otras personas y el 7’4% con algún hijo. En este estudio, la principal ventaja de la soltería estaba en la libertad de decisión (64%) seguida de una mayor facilidad para compaginar la vida profesional con la vida conyugal (34%); los principales inconvenientes eran la falta de apoyo emocional y de contacto físico. Según resumían Vega y Bueno, las razones más específicas que parecen justificar el no casarse o la soltería son entre otras: las restricciones que conlleva la monogamia, el sentirse atrapados dentro del matrimonio, la falta de comunicación y amigos, la frustración sexual y la disponibilidad limitada de nuevas experiencias. En un estudio de Papalia, Olds y Feldman, se apuntaban las ventajas de la soltería: la oportunidad para hacer una carrera, la autosuficiencia, la libertad sexual, el estilo de vida más emocionante, la libertad para cambiar de amigos, la variedad de experiencias y la autonomía psicológica y social. Entre los inconvenientes de quedarse soltero se apuntaban: mayor dificultad para encontrar trabajo, conseguir una casa para vivir, ser responsable de sí mismo, etc. El estereotipo de que las personas solteras son más solitarias y promiscuas que las casadas no se ha confirmado. No olvidamos que un porcentaje de las personas solteras lo son por haberse divorciado. Según señalaba Glick, el 20% de hombres y 24% de mujeres entre 25-34 años se habían divorciado o separado de sus parejas, volviéndose a casar la mayoría de ellas, pero manteniéndose solteras entre el 15-20% de las mismas. En cuanto a la soltería y el género, ya en 1977 Houseknecht encontró una correlación entre mujeres con éxito en la vida profesional y la soltería. Así, las mujeres que tienen una carrera universitaria tienen mayor probabilidad de elegir la soltería o de retrasar el matrimonio que las que no tienen ese tipo de nivel educativo. En el caso de los varones, su nivel de educación no correlaciona con ser casado o soltero. En el caso de las mujeres solteras mayores, su situación financiera suele ser más estable y segura que en los casos de las mujeres viudas, divorciadas y separadas, debido a su larga carrera laboral. En el caso del apoyo social y género, las mujeres solteras mantienen de mayores unas redes sociales más amplias entre amistades, familiares y vecinos que los hombres solteros y, además, estos suelen recibir un mayor apoyo de sus amistades que en caso de aquellas, que suele ser de la propia familia. Con respecto al sentimiento de soledad por la ausencia de hijos y el género, los hombres solteros tienden a sentirlo más que las mujeres. Para Juan Antonio Bernard, en su libro La Psicología del soltero: entre el mito y la realidad, solo el 50% de los occidentales consiguen salvar su matrimonio. Un fenómeno que llama la atención en España es el aumento de las personas que viven solas, denominadas en ciertos casos impares, que han pasado de ser alrededor del 10% en 1991 al 21% en 2001, y más actualizado al 24’8%. En esa cifra se incluyen las personas solteras, las divorciadas y las mayores viudas.

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LA PAREJA El concepto de pareja por amor es relativamente reciente, pues con anterioridad dos personas se unían en función de condicionantes económicos, sociales y familiares. Algunas novelas clásicas del siglo XIX transmiten literariamente una nueva actitud real de sus protagonistas femeninas, al mostrar su insatisfacción y rebeldía dentro de esos matrimonios convencionales. La posibilidad actual de elección de pareja es la consecuencia indirecta de la revolución industrial, con lo que supuso la reducción de la típica familia tradicional extendida a un tipo más nuclear, fundamentado en su independencia económica del resto de la producción de la familia de pertenencia. Esta fragmentación de las unidades productivas de la familia acompañados de su movilidad espacial, fueron repercutiendo en el nivel de autonomía y decisión propia, frente a la planificación conjunta e independiente que reproducía y mantenía a la familia extendida tradicional. Quizá, uno de los ejemplos más claros y divertidos de esa

nueva libertad en la elección de pareja sea la obra de danza clásica La fille mal gardee, de Dauverbal-Ashton, donde vemos como dos ricas familias campesinas no consiguen casar por la fuerza a sus hijos. La individualización de la convivencia de la pareja nuclear ha evolucionado tanto que la sociedad ha ido actualizando sus códigos y normativas al mismo ritmo que ella, para acabar siendo en la actualidad la mayor defensora de los derechos individuales de cada uno de sus miembros. Un ejemplo reciente de esta atomización social es la aprobación del nuevo Código Penal español, donde se han incluido nuevos delitos contra las personas, como la ampliación del concepto violación sexual, el maltrato psicológico y físico, etc. En este contexto actual, la pareja es mayoritariamente una elección entre dos personas que tiene como trasfondo sus propios intereses, sobre todo emocionales, y no los de otros; que puede cambiar de persona sin la presión de terminar en matrimonio; además, puede acceder a experiencias sexuales diversas sin estar mediatizadas por la institucionalización previa o posterior de la relación; y que la práctica sexual está liberada de su función procreadora y de la normativa de ser entre sexos opuestos, de la misma raza, religión, etc. Si la pareja actual está fundamentalmente conformada sobre la base del amor, hay varios factores psicosociales que suelen acompañar a tal sentimiento. Según señalaba Murstein, las parejas tienden a parecerse en los aspectos físicos, en la salud, inteligencia, popularidad, situación socioeconómica, etnia, religión, educación e ingresos. Otros autores señalan la elección de pareja entre aquellas personas que tienen lo que las otras carecen . Para Krauss Withbourne & Withbourne, la pareja humana o su emparejamiento, en este siglo XXI se puede explicar según nuevos enfoques o perspectivas: Teoría de la selectividad emocional. El afecto positivo se consigue con relaciones largos. Estas personas prefieren invertir sus esfuerzos entre su cónyuge y miembros cercanos, más que en conocer a otras personas nuevas; aunque las personas mayores destacan más los aspectos positivos frente a los negativos. Teoría del intercambio social. Se evalúa la relación según sus costes y beneficios. Los miembros examinan aspectos como amor, amistad, sentimientos y compromiso. Teoría de la equidad. La relación depende del equilibrio en la aportación de los dos miembros. Los miembros evalúan si están obteniendo de la pareja lo que se merecen; ni más ni menos, especialmente al principio de la relación, para ver si merece la pena construir lazos más fuertes. Modelo de la similaridad . Las mejores parejas son aquellas en las que sus miembros son similares en valores y personalidad. Si los miembros perciben que son parecidos, aunque no lo sean tanto, mantiene alto su grado de enamoramiento. Modelo de la complementariedad. Las mejores parejas son aquellas en las que sus miembros son diferentes. Los miembros están más satisfechos cuando perciben que su pareja es opuesta. Aunque, con el tiempo, parece que esa diferencia puede pasar factura a la relación como conflicto. Enfoque conductual. Las mejores parejas son aquellas que desarrollan conductas para satisfacerse mutuamente. Así, aquellos miembros que interactúan con prácticas positivas estarán más satisfechos que con conductas negativas como críticas, juicios o abusos. Modelo asfixiante. Las mejores parejas son aquellas que conciben la relación conyugal como un contexto de desarrollo idiosincrático y de autorrealización personal. Pero este modelo tiene la paradoja de que las relaciones actuales tienen menos tiempo que antes para cumplir esas expectativas. Demandas que, en muchas parejas, pueden causar insatisfacción y asfixiar la relación con el cónyuge, aunque en aquella que lo consiguen resulta muy enriquecedor. Para la psicóloga Julia Kristeva: “Las costumbres modernas, fustigadas por la píldora y por la inseminación artificial, van disociando cada vez más la sexualidad y reproducción. Acabarán consiguiendo que, desde un punto de vista social y científico, resul...


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